Quiero ser como soy.
Abrir el armario y encontrar la ropa que me hace sentirme feliz.
Entrar en el baño y pintarme los labios del color al que me suene el día.
Quiero salir a la calle y comprobar que he conseguido sentirme segura con más o menos kilos, con más o menos colores en el pelo, con más o menos diversidad o policromía en la ropa.
Quiero entrar en el metro y que no vuelvan esas dudas, esas voces en mi cabeza que me incitan a irme a casa.
No quiero gustar; no quiero destacar; no quiero que se me conozca sólo por el estilo que acabo llevando...
Pero lo que de verdad no quiero es tener que bajar la cabeza, volver a casa, teñirme el pelo de un moreno con reflejos rubios, pintarme los ojos con colores nude, los labios con un rojo discreto, ponerme lentillas, tapar mis tatuajes, quitarme los piercings, ponerme el mismo modelito que ha visto medio Madrid en unos de los maniquís del Primark de Gran Vía.
Lo que de verdad no quiero es llegar a una entrevista de trabajo y sentir que he ido a darme un paseo, porque la "buena presencia" es tan relativa...
Lo que de verdad no quiero es que se pueda llamar a alguien "rara" cuando para mí lo raro puede ser lo que muchos consideran "normal".
Y lo que de verdad quiero es ser feliz, sentirme bien y segura, y disfrutar de la gente que no va a tener ese prejuicio conmigo ni con nadie.
Y lo que quiero es que ese alguien que pueda estar en casa decidiendo si una idea, un sueño, un proyecto, es viable, es correcto o es "normal", se quite las ataduras que la sociedad le ha puesto encima y luche por el derecho a ser especial.
Por el derecho a vestir como me da la gana.
Por el derecho a ponerme tras un mostrador de oficina con un piecing en la nariz.
Por el derecho a ser una maestra con tatuajes.
Por el derecho a llevar el pelo verde, rosa, morado, rojo, naranja, o, si te gusta, negro, rubio o castaño.
Por el derecho a salir de casa como a mí me da la gana, no como quieran verme los que se crucen conmigo por la acera.
Por el derecho a ser quien yo realmente quiero ser.
Y, si estás de acuerdo con lo que has leído, si te apetece unirte a esto, si te apetece romper con los estereotipos de la sociedad, te invito a echar un ojo de vez en cuando a este rincón acogedor para ti y para mí, que espero que suponga este blog.
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